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Cómo limpiar los filtros del aire acondicionado

Cómo limpiar los filtros del aire acondicionado

La limpieza periódica de los filtros de tu sistema de aire acondicionado es fundamental para mantener un óptimo funcionamiento de tu equipo de climatización.

Aquí te compartimos la manera correcta de realizar la limpieza de los filtros de tu equipo en 7 sencillos pasos.

  1.     Apaga el aire acondicionado: Asegúrate de que el aire acondicionado esté apagado y desconectado de la corriente eléctrica antes de comenzar a limpiar los filtros.
  1. Localiza los filtros: Los filtros generalmente están ubicados detrás de una rejilla en la parte delantera del aire acondicionado (si es Split de pared). Pueden deslizarse hacia afuera o requerir la remoción de una cubierta para acceder a ellos.
  1. Retira los filtros: Extrae con cuidado los filtros de su ubicación. Si son lavables, sigue las instrucciones del fabricante para retirarlos correctamente. Si son desechables, simplemente sácalos.
  1. Limpia los filtros: Si los filtros son lavables, puedes enjuagarlos bajo agua corriente tibia y usar un detergente neutro si es necesario. Si están muy sucios, puedes sumergirlos en agua tibia con detergente durante unos minutos antes de enjuagarlos. Si son desechables, simplemente reemplázalos por unos nuevos.
  1. Sécalos: Una vez limpios, sacude suavemente los filtros para quitar el exceso de agua y déjalos secar completamente al aire antes de volver a colocarlos en el aire acondicionado.
  1. Vuelve a colocar los filtros: Después de que los filtros estén completamente secos, vuelve a colocarlos en su ubicación original, asegurándote de que estén bien ajustados.
  1. Enciende el aire acondicionado: Una vez que los filtros estén limpios y vuelvan a estar en su lugar, enciende el aire acondicionado y disfruta de un aire más limpio y fresco.

Recuerda que es recomendable limpiar los filtros del aire acondicionado al menos una vez al mes durante la temporada de uso regular para mantener su eficiencia y prolongar su vida útil, 2 veces al año sería lo ideal, y al menos una vez cada año sería estrictamente recomendable.