La temperatura ideal del aire acondicionado es a menudo fuente de dudas e incluso de discusiones. Presta atención, porque un mal uso de este aparato puede dañar tu salud y tu bolsillo. En este post te explicamos cuál es la temperatura ideal en cada momento.
Cómo afecta o beneficia el aire acondicionado a tu salud
Con unos veranos cada vez más largos y unas temperaturas cada vez más extremas a lo largo del año, el aire acondicionado es cada vez más imprescindible. No solo para nuestro bienestar general, sino también para nuestra productividad. Porque resulta muy difícil trabajar o estudiar con frío o calor.
Pero un mal uso puede acarrear problemas. Faringitis, laringitis, sinusitis… Todas son enfermedades respiratorias que curiosamente se multiplican en los meses más calurosos. Así lo señala también la Sociedad Española de Neumología, que afirma que el 20% de los resfriados y la mitad de las bajas laborales por este motivo se producen en verano. Aunque no es la única causa, el uso inadecuado de los aparatos de aire acondicionado explican buena parte de estos casos. Porque tanto la garganta como el sistema respiratorio al completo son muy sensibles a los ambientes secos (menos del 30% de humedad relativa) con una temperatura que suponga una diferencia superior a 10ºC con respecto a la que hace en la calle.
Además de las enfermedades de tipo respiratorio, el mal uso del aire acondicionado puede ocasionar también migrañas y problemas musculares, como las contracturas, si el aire excesivamente frío se dirige a la cabeza o la espalda.
La temperatura ideal
Lo primero que hay que aclarar es que la temperatura ideal del aire acondicionado varía a lo largo del año. No será la misma en los días más calurosos del verano que en los más fríos del invierno. Al final, la temperatura ideal depende en gran medida de las preferencias personales y sobre todo de la temperatura exterior, para evitar cambios bruscos de temperatura. En este sentido, hay que volver a incidir en que es recomendable no poner el aire acondicionado a diferencias superiores a 10ºC respecto a la temperatura ambiente exterior.
En verano
El Reglamento de Instalaciones Térmicas (RITE), aprobado mediante el Real Decreto 1027/2007, establece una temperatura operativa de entre 23 y 25ºC en verano. Este suele ser además el rango más eficiente de los aparatos de aire acondicionado disponibles en el mercado.
Más recientemente, la norma más restrictiva que sacó el Gobierno para el ahorro energético ha establecido que la temperatura correcta del aire acondicionado para la refrigeración en edificios públicos, establecimientos comerciales, espacios culturales, estaciones y aeropuertos, no debe bajar de los 27ºC en verano.
En invierno
El mismo Reglamento de Instalaciones Térmicas (RITE), aprobado mediante el Real Decreto 1027/2007, establece una temperatura operativa de entre los 21 y los 23ºC en invierno.
De nuevo, la reciente norma gubernamental para espacios públicos establece que la temperatura del aire acondicionado no debe superar los 19ºC en invierno.
La relación entre la temperatura y el precio
Depende del modelo de aire acondicionado concreto y de la temperatura exterior, pero en general puedes guiarte por la idea de que por cada grado extra que subes o bajes la temperatura la factura aumenta entre un 5% y un 7%. Por ejemplo, en verano, si en lugar de a 26ºC la pones a 25ºC gastarás entre un 5% y un 7% más. Lo mismo sucede en invierno si la subes de 23ºC a 24ºC.
Para evitar los cambios de temperatura bruscos que pueden ocasionar enfermedades, lograr un consumo lo más eficiente posible y mantener a raya la factura de la luz, lo mejor es establecer una temperatura de confort fija y evitar apagar la máquina de aire acondicionado cuando se haya alcanzado.
Para ponértelo más fácil, te lo resumimos en cuatro consejos:
- Elige una temperatura que te resulte confortable y mantenla estable. Para optimizar el consumo, te recomendamos alrededor de 25ºC en verano y unos 22ºC en invierno.
- Asegúrate de cerrar puertas y ventanas para que no se cuele el calor o el frío del exterior.
- En verano, baja las persianas, cierra las cortinas y abre los toldos si los tienes. Todo lo que sea bloquear la luz, es positivo para conservar una temperatura más fresca en el interior.
- Limpia y/o cambia regularmente los filtros de tu aparato de aire acondicionado.
- Pon a punto tu sistema de aire acondicionado. Un sistema sucio, con fugas de gas refrigerante o con un mal funcionamiento necesita utilizar más potencia para lograr la misma temperatura. De esta manera, su consumo se puede incrementar hasta en un 20%.
Siguiendo estos consejos podrás disfrutar de una temperatura agradable a lo largo de todo el año sin que se dispare la factura de la electricidad ni sufras desagradables resfriados causados por el mal uso del aire acondicionado.